Juan Carlos de Pablo, consejero de Milei, pide “buscar precios” ante la suba del dólar
Según dijo Noticias Argentinas, a pesar del aumento del precio del dólar durante julio, que trepó un 14%, el “traslado a los precios” internos fue limitado, y hay que dedicar tiempo a buscar precios, según evaluó el economista Juan Carlos de Pablo, consejero del presidente Javier Milei.
“Acá estábamos acostumbrados a que el traslado a precios fuera inmediato”, señaló
De Pablo, quien remarcó que ese comportamiento ya no es tan automático, y añadió: “Ese traslado dejó de tener la automaticidad que alguna vez tuvo, o que le adjudicamos”.
El economista comparó la situación local con la europea: “En algún momento, en números redondos, la cotización del euro pasó de 0,80 a 1,60 por dólar —es decir, se duplicó— sin que los precios internos de los países que utilizan el primero como moneda local ‘se enteraran’”.
En la Argentina, sostuvo, esa relación era distinta: “Dije inmediato y significativo, pero no pleno. Porque si esto último fuera cierto —es decir, que una duplicación del tipo de cambio nominal generara una duplicación de los precios internos— un gráfico que, a lo largo del tiempo, mostrara la evolución del poder adquisitivo del dólar sería una recta horizontal”.
En ese sentido, De Pablo recordó, en una columna publicada en el diario La Nación, que fenómenos como el turismo receptivo o las compras en el exterior por parte de los argentinos revelan que la equivalencia entre dólar e inflación nunca fue lineal, difundió Noticias Argentinas.
Según datos de la Fundación de Investigaciones Económicas Latinoamericanas (FIEL), en julio los precios al consumidor subieron apenas un 1,5%, a pesar del fuerte aumento de la divisa. “Llevamos varias semanas de suba del dólar sin impacto en precios internos”, subrayó.
Para De Pablo, parte de esa resistencia se explica por las dificultades para validar aumentos en un mercado retraído. “Es fácil modificar una lista de precios internos; no es tan fácil vender a la nueva lista. Y tanto los productores como los distribuidores y comerciantes viven de vender, no de no vender”, dijo.
Al referirse al nuevo contexto de flotación cambiaria, planteó: “El precio del dólar puede subir, pero también puede bajar. Donde esta flexibilidad no se manifieste en los precios internos, por aquello de que los precios suben pero nunca bajan, tendremos que gastar algo más de tiempo en buscar precios, comprándole a quien no aumentó o retrotrajo las subas”.
“¿Quién dijo que la vida es fácil?”, ironizó al final de su columna.